miércoles, 29 de enero de 2014

Sábado en el Sarmiento


(Este es viejo, pero sentí que tenía que estar acá en el blog)

Quizás algunos estén familiarizados con las personas que venden MP3 en el tren, con un cilindro con el poder de pasar música. Saben que son pasadas largas y que pueden durar 10 minutos antes de cerrar la venta.

El vendedor de hoy quiso ser un chico pepsi (?) y se animó a más. Entró frenéticamente al vagón, claramente víctima de sustancia, pasó un tema de Jerry Lee Lewis y se puso a bailar el twist.

-“Con esto no sabés como mi viejo la revoleaba a mi vieja!!!” espetó mientras movía sus pies. Y prosiguió:

-“Pero ojo, este cd no sólo es para la vieja o el viejo, también es para el pibe!!”
Y puso un tema de Arjona.

-“Uh, pará, pará, la cagué, perdonen”

Instantes después lo cambió por uno de Callejeros, que cantaba desaforado de principio a medio (porque nunca pasan los temas enteros, es sabido esto). Acto seguido, sonó Jijiji, acompañado por un:

-“Che loco, el papa es argentino, papá, seguro cuando salió al balcón pensó que quería cantar esta parte: No lo soñeeeeeeeiiieeeeeeieee” mientras acompañaba moviendo su brazo cual cántico de cancha junto a su voz. Tras esta polifonía del Indio y el vendedor (y probablemente Francisco, ahora que lo pienso), empezaron a sonar las primeras frases de la argentinidad al palo “ … La calle más larga, el río más ancho, las minas más lindas del mundo...” mientras con orgullo se golpeaba el pecho y afirmaba:

-“Es todo acá, papá, todo acá, como las cervezas en botella de plástico”

A los veinte segundos, suena Cuando Pase el Temblor. Acá lo destacable lo trajo una nenita de no más de 5 o 6 años, que con una sonrisa grande y ojos azules como la barrita de Facebook repetía sintagma por sintagma al transcurrir la melodía.

Para el final, tenía guardado un as bajo la manga. Miró a una señora a unos asientos de distancia, y le acuñó un “Uh, esta es para vos, sé que la estabas pidiendo!!”. I saw her standing there comenzó a oírse, acompañado por un paso de baile, obviamente .

- “Te moví una fibra sensible” después le tiró con una sonrisa.
La señora compró el Mp3. Otras 4 personas más también. Confieso que estuve tentado de ser el sexto, sólo por la performance.

miércoles, 22 de enero de 2014

Individualidad

Ves a la gente escribir en libros, tumblrs, blogs, libros, cuadernos, diarios, donde sea. Siempre hay mucho para decir. Y muchos dicen cosas lindas. A veces dicen cosas parecidas, pero nunca iguales. Es como si tuvieramos un molde maestro que nos disemina ciertas características y ciertos perfiles homogámicos pero nuestra individualidad nos da el estiletazo que nos define. Se parecen, pero no hablan igual, no escriben igual, no se equivocan igual y no entienden igual. Por eso es que escribo. Porque nadie va a escribir por mí. O porque soy muy bocón y me incomoda quedarme callado.

Aunque todavía soy muy miedoso a la hora de escribir. Por eso escribo pensando en lugares a los que nunca fui. Por eso me la paso atajándome con abstracciones, como si fuese un tipo sumamente reflexivo y obsesionado con lo extramundano (igual lo estoy). Mi lado más visceral, más sanguíneo me divierte mucho más. El que compite y quiere ganar, el que huele la sangre en el agua y se entustiasma. Ultimamente estoy escribiendo mucho sobre el agua y sus formas. Por qué? No tengo ninguna ligazón con las playas, los ríos, los lagos, apenas soy un nadador competente y muy torpe. Me acuerdo una vez que había ido a la casa del tío de una ex novia mía, que tenía pileta. En un momento nos pusimos a jugar algo así como waterpolo. Siendo yo un pésimo nadador, la verguenza no tardó en personificarse en un chico de tez pálida y ciento setenta y sietecentímetros.

Soy de los que se esfuerzan, y se nota que se esfuerzan. Por eso después quise demostrar hombría cuando nos tocó jugar al truco, usando el lunfardo. Fue gracioso, pero también fui serio. Fue medio goma porque se notaba que quería borrar el codo lo que escribía con la mano, pero a su vez mi actuación era coherente con mi comportamiento. Y las cartas me ayudaban para agrandarme. La situación y yo eramos todo ese conglomerado de adjetivos en menos de un lapso de tres horas. Ese fue uno de esos momentos donde comprendí que la diversión empieza cuando empezamos a dominar la individualidad.

Y me la paso escribiendo sobre lugares a los que nunca fui, a ustedes les parece?

lunes, 20 de enero de 2014

Zenobia

La ambición por contar lo distinto
dio vuelta su cuerpo.
Y fue al fondo del mar
sin dominar sus formas.
Decidió alejarse de las líneas del cielo,
fue a perderse entre los peces y sus colores. 
Vive por la misma razón
por la cual murió.
Encontró su casa
sin terminar su viaje.
Y allí nos espera
para enseñarnos el desastre
envuelta en su grandeza.

domingo, 19 de enero de 2014

El río


Los mundos chocan
como los idiomas.
Nadie se incendia
porque nadie sabe hacerlo.
El híbrido vive
acostumbrado a sí mismo.
El río grita
porque no tiene otra forma de hacerse oír
Nada es demasiado sincero
ni demasiado puro en este lugar.
Ni siquiera los espíritus
que se conservan en los pañuelos.
El aire tampoco es tan fino
como para cortar las mejillas
o enojar a la nieve.
Sin embargo,
el polvo que antecede a las nubes
es distinto a lo demás.

martes, 14 de enero de 2014

Backpacker

Tenía programado un post depresivo para el día de hoy. Pero no, cambio de consorcio, cambio de planes.

Les voy a contar de mi juego favorito. Es el Backpacker. Se trata de un juego sueco de mediados de los 90. BMG tenía sus derechos de distribución acá. Lo conocí cuando tenía 7 años, nos lo había comprado mi viejo. Se trataba de un juego de preguntas y respuestas.

La premisa era la siguiente: eras un mochilero londinense que quería viajar por el mundo pero no tenía presupuesto. Ergo, tenías que ir trabajando de diferentes cosas en diferentes destinos para poder pagarte la estadía y el próximo vuelo a donde correspondiese. Tenías como 70 destinos en la primera edición del juego. No todos los países estaban contemplados, y a veces no necesariamente tenías la capital como ciudad de destino (ej: Brasil tenía a Río, Estados Unidos tenía como 5 destinos posibles y Suecia, en un guiño de los programadores, tenía a Gotemburgo además de Estocolmo).

Que recuerde: Londres, París, Madrid, Roma, Lisboa, Berlín, Amsterdam, Copenhague, Helsinki, Estocolmo, Gotenburgo, Oslo, Reyjkavik, Viena, Varsovia, Atenas en Europa. Estambul, Moscú, Teherán, Jerusalén, Kabul, Delhi, Hong Kong, Beijing, Tokio y Bangkok en Asia. Oceanía tenía a Melbourne, Sydney y Wellington.  Africa tenía a Casablanca, El Cairo, Lagos, Dar es Salaam, Luanda, Kinshasa y Ciudad del Cabo. América del Sur estaba representada por Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires y Río. Luego al norte destinos como El Salvador, Guatemala, México DF, Hawaii, Los Angeles, Chicago, Nueva York , Florida, Vancouver y Toronto completaban el mapa.

Primero ibas al aeropuerto, elegías tu destino entre varios posibles, una animación unía los dos puntos del mapa, y cuando llegabas a destino con una música distintiva del lugar. Había una introducción breve sobre los datos del país (población, capital, moneda, exportaciones, historia y como se escriben las patentes de los coches).
Tenías un hotel, una agencia de empleos y una serie de fotos de la ciudad con información sobre la cultura del país.  Cuando llegabas al hotel, te hacían unas preguntas sobre el país. A veces lo que decían las fotos anteriores servía, a veces no. Y luego tenías un mapa del país donde tenías que identificar en 60 segundos 13 ciudades del país. En Argentina una de ellas era Comodoro Rivadavia (?)

Ejemplo: Hong Kong tenía esto de fondo


A raíz de tu desempeño en el cuestionario, la agencia de empleos te consideraba apto para ciertos trabajos y otros no. Si te iba mal, podías ser un paseador de perros, por ejemplo. Sí te iba bien, podías ser un astronauta si querías.  La oferta laboral era acorde a la ciudad. Por ejemplo, en Buenos Aires no ibas a poder ser astronauta, pero sí cuidador de caballos, portuario, o periodista deportivo. En Italia, por otra parte, podías ser historiador, mozo o arquitecto. Y nuevamente, una vez que elegías un trabajo, se hacían una serie de 10 preguntas pero esta vez sobre la profesión, y sí contestabas bien, te ganabas unos pesos. Por lo general luego había un minijuego. Podía ser desde estacionar un cohete como astronauta, distribuir pescados según su especie sí estabas en ese negocio, encontrar las diferencias en las fotos si eras detective, o una remake del juego de los 60 segundos, pero en vez de lugares del país podían ser 13 escenas de películas por ejemplo y debías identificar cual era cual. Si todo salía razonablemente bien, te daban algo así como una licencia en la profesión, producto de un mix de competencia y experiencia mínima.  Por otro lado, si te quedabas sin plata tenías que llamar a tu casa para pedirle un mangazo a tus viejos. Decías cuanto querías. Si era un monto razonable te prestaban. Si no, el juego se terminaba ahí.

Jamás voy a poder explicarles lo que eran las fotos de ese juego. Las colecciones más prestigiosas del mundo prestaron sus joyas de la corona (y sí, también podías ser fotógrafo en el juego, en su minijuego tenías que ir ajustando la luz, el foco y la apertura para que te quede divina la foto). Caballos saltando, auroras boreales, el cosmos, el Bolshoi, un puesto de frutas en Guatemala, el Lago Tanganika, el Monte Fuji, todo, todo. Todas los lugares dignos de fotografíar del mundo estaban ahí. Si las viera ahora probablemente lloraría. No sólo por su valor nostálgico, sino por lo lindas que eran.

A medida que pasaba el juego tenías un ícono de valija que se te iba desgastando y llenando de estampillas de todos los lugares donde habías estado.

Estaba todo el mundo al alcance de la mano.
Y podías ser arquitecto, astronauta, trabajador gráfico, inventor, enfermero, proyector de cine, detective, profesor de esquí, agricultor, constructor, químico o barman en cuestión de horas.  Así empecé a encariñarme con la física, o con la historia. Sabiendo que Morse había inventado el telégrafo en 1837 o que el curry no tenía pimienta negra ibas aprendiendo sobre el planeta y sus cosas. Y me volví alguien detestable para jugar al carrera de mente. De alguna forma, ese juego se convirtió en parte de mi personalidad.

Hoy cumplí 26 años y es momento de salir a chusmear un poco el globo.

en youtube sólo encontré esto, sobre el segundo juego. Para jugar, lamentablemente se rayó el CD (después de todo, eramos niños e irresponsables). En la época del download, lamentablemente sólo encontré el primero en sueco. Mal que mal se puede sobrevivir con esta distinción idiomática y es jugable.
 

lunes, 13 de enero de 2014

El agua se vuelve vapor.


El gigante llego al sitio
donde la carne ya no respira
donde las nubes hacen cosquillas
y el agua se vuelve vapor.
No puede creerlo
por que debería?
Se va quedando inconsciente
por cada metro subido
Cree que el cielo
mediante el hechizo del sueño
quiere convencerlo
que lo que ve nunca fue real.

viernes, 10 de enero de 2014

El perfume de las plantas muertas

Tenemos el llanto de los edificios.
Las persianas cierran los ojos.
Un auto se deja chocar por otro
y la avenida se abre en dos.

Las luces son más intensas,
los gritos a leguas de distancia
se sienten muy cercanos
mientras se cocina el arroz.

El perfume de las plantas muertas
no vino para quedarse
salvo que lo invitemos.

Sabés que tus sueños
ahora son diferentes
Y los suyos también.
Aunque sea un mal necesario
tratás de mantener la calma
a través del aguijón.

Falta mucho para dormir
también para el próximo día
Para pasar el tiempo
mutás con la naturaleza
y encontrás tu consuelo:
tenemos el color de los rayos
Así te defendés por ahora.

jueves, 9 de enero de 2014

Canis Dementis

Esto lo leí en una página de básquet acerca de los colapsos de los Minnesota Timberwolves en el último minuto. Cuando el partido se decidió por menos de 4 puntos, en lo que va de la temporada perdieron 10 y no ganaron ninguno. Es como si se asustaran, o no supieran que hacer. Nadie le puede encontrar una respuesta. Es una tristeza

Un comentarista puso:


"The whole team is mental
Their fans are mental, the entire country is mental.
Being mental is not an excuse. At some point you have to ditch your meds and take control of yourself."

Viajes, Fracasos y Cambios.

A mi me daba verguenza antes decir que yo estaba mal, o triste. Escribirlo era inconcebible incluso. Lo pensaba como un acto inmaduro, desesperado y adolescente. Hoy lo hago porque me chupa un huevo lo que pienso al respecto. Y este post es vómito. Vomitar no me hace peor persona, aunque este mal visto.  Soy muy cuidadoso y temeroso con lo que escribo por miedo a que sea incorrecto. Por eso me la paso borrando tweets, posts y demás. La oralidad no te da ese privilegio.

Vengo de un 2013 muy adolescente. Mi capacidad de decir lo incorrecto en el momento erróneo saltó muchas más veces de lo que me hubiese gustado, se mezcló con una faceta egoísta que nunca se había manifestado así y lo combiné con un estado de tristeza general, enrosques rebuscados y deducciones carentes de sentido. El resultado fue grotesco. Mi peor versión en años.

En julio me fui sólo unos días a Uruguay y la pasé muy mal.

En octubre estaba triste y además sin hacer mucho porque tenía un dedo dislocado. En ese momento decidí que con la plata que tenía ahorrada iba a irme de viaje a China y me llenó de energía y de ganas. La gente a la que le iba comentando eso se ponía muy contenta por mi decisión. Salvo mi vieja, que casi le agarra un ataque, pero luego se calmó. Nunca había estado tan emocionado por algo que yo fuese a hacer. El envión me animó a hacer otras cosas (como leer lo que escribí en vivo por primera vez), y me levantó el ánimo.  Ví un montón de lugares para ir, formas creativas de llegar a destinos, otros recorridos, etc. Pero en general, sentía que había dado vuelta la página y que las cosas buenas iban a llegar.

En diciembre me fracturé otro dedo. Y me puse complaciente con todo primero, se me calmaron los humos del viaje. Y luego la embarré, porque no entendí que en realidad el problema estaba en la estructura. Eso era lo que yo tenía que cambiar y no hice. Con el plan de viaje vi espejitos de colores y supuse que el viaje en sí era lo que me iba a dar las respuestas que buscaba para aclararme la cabeza y ser mejor persona. No sentía que tenía que cambiar algo, sino que todo iba a llegar y que hacía las cosas bien.

Pero es el hombre el que hace grande al camino, no el camino el que hace grande al hombre. Eso me quedo claro con unos cachetazos que me despabilaron. Me entristece, pero los aprecio. No por una cuestión de masoquismo, sino por que no puedo pretender que me corran la pared para que yo no me la choque. Nadie quiere formar parte del egoísmo. El 2013 me dio muchas oportundiades para entender eso, pero yo quise seguir haciendo las cosas a mi manera. Así me fue.

Y ahí apareció de nuevo el viaje para darme otro envión, esta vez más serio y más consciente. Todavía aspiro a aprender algo de el, pero el por sí sólo no me lo va a dar. Es cuestión de ir a buscar, no de lamentarse, no de autodestruirse. Ir a las zonas del Tibet en invierno a tomar frío, vomitar por la altura, pasarla mal y pensar que eso me va a enseñar algo es autodestruirse. Quizás esa hubiese sido mi intención hace tres meses, siendo consciente que yo era re capaz de eso. Eso hice en Uruguay. Y esa fue mi intención los primeros días de enero, cuando la embarré.

Pero eso no es viajar. Y no quiero ir a hacer eso.

Hoy tengo dos excels sobre planes diferentes de mi viaje, divididos en día, donde paso el día, donde paso la noche, el costo de algún viaje, el costo del hostel u hotel, la comida , y algunas notas sobre que hacer en cada lugar.  Difícilmente el viaje quede como está planeado, pero no importa. Lo que importa es viajar, y sonreír. Las cosas buenas quizás no lleguen nunca. Habrá que sacarse la paja e ir a buscarlas entonces.

También escribí un montón de poemas imaginando los lugares aún antes de estar ahí. Está bien eso?

Y hacer lo que hacía el Dr. Tarrasch, gran maestro de ajedrez: para no hacer jugadas apresuradas o impulsivas, todo el tiempo tenía sus manos bajo sus muslos. Ese era su truco.

No es tarde para crecer. También es un poco adolescente eso, creo. Escribir sobre crecer o lo que sea. Mientras tanto, los rayos siguen chisporroteando a través de la ventana. En Villa Gesell uno hizo desastres hoy. Una tragedia.


(edit: acabo de ver este post y la sensación que me genera. evidentemente todavía no aprendí nada. y está bien, creo. cuando lea este post otra vez y cambie mi sensación ahí me voy a dar cuenta que algo se modificó)

lunes, 6 de enero de 2014

Misa y procesión

Las chicas vestidas como muñecas por los negocios
Las botellas de cerveza que circulan por la calle
La música que conocés pero no tanto para cantar
Las personas que esperan que hagas algo
Es todo igual de insípido
e indecisamente seguro.
Sabés que vas a prenderte fuego
no se puede estar en misa y procesión.
Aunque después de quemarte
pienses que no era necesario.

domingo, 5 de enero de 2014

Venecia

El agua es parte del paisaje
esperando que las luces simulen ser estrellas
Buscando el ángulo perfecto
para que la luna se asome
y no exista fotografía
que le haga justicia al momento.
En el lugar donde todos quieren estar
pero sin saber que hacer con él.
No querés volver a casa
sólo para contar una historia.
Si no aprendés de la luna
su reflejo en el agua es inútil.
No hagas salir a la luna en vano
aunque aprecies su compañía.
Porque estás solo ahí.
Y aunque no te guste,
o aunque no lo sepas
quizás es mejor así.
Es hora de conciliar
el sentido común y la intuición.
No entendés como se te ocurrió esto,
tampoco como a ellos se les ocurrió.
De alguna forma terminaste ahí
De alguna forma ellos lograron eso. 
Hace frío.
Siempre hace frío en Venecia,
aunque nunca hayas estado ahí.

sábado, 4 de enero de 2014

El Regreso

El viento se ve hermoso
a través de los vidrios del tren.
Los pájaros grises vuelan junto a mí
en la misma dirección.
Quiero volver a ser
quien quería ser.
Voy a ir al monte
por encima del arrozal
y dejar allí mi sangre
hasta que la piel se ponga azul.
Voy a abrazar las rocas
y llorar para expurgar todo
frente al curso de la sal.
Mi cuerpo será el testamento 
de una respiración diferente.
Quizás los pájaros del tren
luego vuelvan por mí.

jueves, 2 de enero de 2014