jueves, 16 de julio de 2015

Qi-Ba-Jiu




Cuando David me acompañó por primera vez a sacar el pasaje del tren bala de Beijing a Shanghai, el también había sacado uno para el, hacia Tianjin.  El pidió el más barato, el "hard seat", para un viaje de 20 horas. Sería nuestro famoso boleto turista en el tren a Córdoba o Tucumán. Cuando le pregunté por que no pidió un hard sleeper (o sea, una litera) el me respondió que el asiento no es ni tan duro ni tan malo.

En Hong Kong, pedí un boleto de tren de Chongqing a Chengdu, en un viaje en un tren semi bala de 2 hs, 2hs y media.  Si el lector sabe seguir estas historias, recordará que perdí el vuelo de Hong Kong-Shenzhen a Chongqing, por lo tanto también perdí el tren de Chongqing a Chengdu. Como autocastigo por esta secuencia desafortunada, decidí pedir un hard seat para ir de Chengdu a Xi-an. Además, el hard seat costaba 97 yuanes, en contraposición a una litera que rondaba los 350. Lo consideré como un impuesto al idiota que tuve que pagar. Pero a la vez me abrió una experiencia nueva de interacción con China y su gente.

Entonces, una vez que hube viajado 10 horas en micro desde Tagong a Chengdu, a las 20 hs salía de la estación del norte de dicha ciudad el tren tipo K a Xi-An. Las estaciones son inmensas, todas, y sale una cantidad de trenes por hora que a uno le asombraría. Insisto que los trenes son el orgullo de la Ingeniería China, no sólo por sus modelos, sino también por la capacidad de conexión y frecuencia que tienen. De todos modos el modelo de este viaje no era particularmente asombroso.
                                                  (Estación de trenes de Chengdu Norte)


Los trenes, según su tipo y su velocidad máxima, están codificados por una letra. El T y el K son los más lentos, el D y el G son los rápidos y creo que hay algunos intermedios. www.chinatrainguide.com tiene la posta en esto. Los asientos son soft-sleeper (sería algo así como una suite), hard-sleeper (litera dura, parecida al camarote) y hard-seat (asiento normal). Los trenes cuyo recorrido es de pocas horas (los bala) no hacen esta distinción. También podés sacar boletos de emergencia (generalmente cuando el tren esta lleno, lo que ocurre algunos días antes de partir) y viajar de pie.

Cuando subí al tren todos los asientos estaban ocupados, inlcuso el mío. Como no entendí muy bien si era la costumbre o qué, me quedé parado unos minutos cerca. Ahí pasó el guarda, me miró mi boleto y le dijo a quien estaba ocupando mi lugar que no se hiciera el vivo y se pare. Sin embargo, con mi equipaje y unas bolsas que el tenía le improvisamos un asiento para que al menos pudiera viajar sentado. Me lo agradeció.  El hard seat tiene entre dos y tres asientos por lado, enfrentados y una mesa plegable que hace las veces de apoyacabeza la mayoría del tiempo.

Como imaginarán, el vagón estaba atestado de personas y el tren se movía a un paso propio del Roca. Cada tanto pasaba el carrito con comida, vendiendo sopas y snacks. Generalmente lo que se dice es que el dispenser de agua caliente para calentar las sopas está en malas condiciones, por lo cual es una mala idea pedir una sopa en el hard seat, así que es mejor llevar un sandwich o comer algo antes de viajar. En cuanto al aspecto, tengo que decir que no difería mucho del tren que va al norte o cualquiera de nuestros servicios de larga distancia.

Salí a fumar un pucho al espacio delimitado entre el fuelle de los vagones, sala de fumadores de facto en los trenes. Cuando me vieron yendo al espacio para fumadores me bombardearon de preguntas y algunos aprovecharon la oportunidad para practicar su inglés. Mi intérprete en esta ocasión fue un fumador que estudiaba para ser un médico militar (O sea, un joven Berni). Todos los fumadores eran varones. De hecho, no recuerdo haber encontrado a una sola mujer fumadora en China. Ni una, eh. Los fumadores no salían de su asombro de encontrar a un extranjero entre los asientos duros (porque la abrumadora mayoría viaja en sleepers). Me explicaron que los "nombres en inglés" de las personas responden a una cuestión fonética. Ergo, todos los Tang o Tung se hacen llamar "Tom" y casi todos los chinos así tienen su nombre en inglés. También pregunté cual sería mi nombre en Chino, lo cual los puso en un aprieto. Después de mucho elaborar entre ellos, Bao Huangming les pareció aceptable. Vaya uno a saber por qué. Creo que Huangming debe ser dragón amarillo o algo así. También es harto probable es que me hayan puesto cualquier otro apodo ridículo sin que yo supiera responder. Derecho de piso al nuevo, supongo.

Volví a mi asiento y había tres chicas, que debían tener entre 15 y 18 años. Me preguntaron si quería jugar a las cartas y cuando dije que no sabía (o mejor dicho, "dije" que no sabía) insistieron, diciéndome ("diciéndome") que el juego era fácil así que acepté. El juego parecía llamarse Qi-Ba-Jiu (7-8-9) y esencialmente consistía en una secuencia lógica donde cuatro jugadores se turnan para poner una carta superior o inferior a la de la mesa, y su objetivo es descartarse la mano. Los 2 hacen las veces de comodín y ahí aprendí, tras unas cuantas manos de práctica, a jugar. El tipo que viajaba al lado mío se ponía loco con algunos errores que yo cometía durante el aprendizaje. Pero loco mal, parecía sufrirlo más que yo. Se agarraba la cabeza, igual lo entendía 100% porque yo también soy así cuando veo a alguien jugando y haciéndolo mal. Sí, de los peores, ya lo sé. También vi que al As allá lo llaman Mao. Coincidencia? No lo creo (?).

Otro juego que vi en el tren, tanto más espectacular por el color y la forma de sus cartas y por su Chinosidad intrínseca, es este: https://en.wikipedia.org/wiki/Four_Color_Cards. Los colores y como usan las cartas y figuras son muy llamativos al ojo neutral. Hasta placenteros me animo a decir.

Los hard seats son tres asientos enfrentados a otros tres (o dos, según el caso). Hay una mesa plegable que hace las veces de apoyacabezas, entonces a la noche ves a todos durmiendo,: ya sea apoyando sus cabezas sobre la mesa plegable compartida, en el piso, en el baño, donde sea. Es duro viajar en esos trenes sin un asiento, pero también la experiencia te cachetea un poco y ves la realidad de muchas personas, sobre todo en un país de 1350 millones de habitantes. También es impresionante la cantidad de paradas que hay y la gente que se baja. Acá quizás no pensás tanto en las estaciones intermedias entre el tren de Tucumán a Buenos Aires, pero allá como todos los pueblos tienen medio millón de habitantes, resulta difícil no hacerlo.

Maldormido, cansado y casi 18 horas después llegué a Xi-an, la anteúltima parada en China.


Las fotos? Esta vez las van a tener que imaginar. No me pareció un buen contexto para relucir la cámara.

Pero puedo decir que era una versión más lúgubre y sucia que este:



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