domingo, 29 de diciembre de 2013

viernes, 27 de diciembre de 2013

Hilar fino

Pasaron los árboles negros
junto a los cambios de ropa y piel
No te pensaste capaz de tus atrocidades
mientras caminabas por la misma calle
y los mismos negocios.
Mientras se repetía en loop el mismo día.
Tenías tu esquina para llorar.
Sabés que esto no tendría que haber salido así
pero no lo imaginás diferente.
No ahora por lo menos.
No miraste las plantas
antes de la primavera
ni lo que había detrás de ellas.
Despertate,
es un buen momento para hilar fino.

jueves, 26 de diciembre de 2013

El tiempo de Planck

Cuando era chico estaba seguro que iba a ser físico. Había leído nombres como Boltzmann, Planck, Avogadro, cosas que ocurren en el vacío, etc. A los 14 años tuve mi primer año de física y me desencanté visceral y definitivamente con la idea. Que fue lo que pasó? Que me había enamorado de la historia de la física, no de la ciencia, no de su arte. Creo que con las personas nos pasa algo parecido, pero no escribo para hablar sobre eso (todavía).

Creo que tengo una obsesión con el tiempo. No, no miro el reloj cada cinco minutos, si bien reconozco que lo hago cuando llego con lo justo a trabajar (o sea, siempre). Pero me asusta la idea de que el tiempo no sea un bien infinito. No hay nada más impreciso que consumo del tiempo que uno va a tener en una vida. Sólo tenemos unidades estandarizadas que proyectan el promedio de cuantos años uno puede vivir en virtud de su nacionalidad o permanencia en determinado territorio. Pero la esperanza de vida no es el tiempo. Y a veces como que tengo una visión muy líneal de las cosas en que hay ciertos rubicones que deben ser atravesados en determinados momentos. De más está decir que el cuestionarme si los cruzo o no a tiempo me pone en un estado de preocupación constante.


El tiempo de Planck es el intervalo de tiempo más pequeño que puede ser medido.

Hay más unidades de Planck en un segundo que segundos desde el big bang. Imaginense algo elevado a la 44. Ahora imaginen un 5,32 por  -diez elevado a la menos 44 (todo esto junto)-. Esa es la unidad aproximada (porque no se puede determinar con exactitud) de un tiempo de Planck.

En 40 días voy a hacer el viaje más largo y espectacular de mi vida. Un amigo me dijo que yo iba a vivir muchas cosas en poco tiempo. Pero con tantas unidades de Planck ...cómo va a ser poco tiempo? Lo cual irónicamente, creo que también me asusta. Tantos tiempos de Planck juegan con mi percepción y me hacen creer que no voy a volver nunca más.  Soy un ridículo. Pero estoy seguro que un 5,32 por 10^-44 cambia la percepción de cualquiera.

domingo, 22 de diciembre de 2013

El Vestuario

El director técnico fue el último en entrar al vestuario en el entretiempo:

- "Bien, alguien me puede explicar que carajo está pasando!? Es una final, la puta madre! Qué les pasa? No tienen ganas de ascender?  Alguien les metió un billete para que vayan para atrás o pasa otra cosa acá!?"
 
- "Querés la verdad?"  le preguntó el ayudante de campo.

- "Eeeh, sí" el D.T. tenía preparado un monólogo, no esperaba una respuesta.

- "Mirá, el paraguayo Silvino está jugando infiltrado. Tiene el gemelo hecho bosta y me pidió que no te dijera nada porque quería jugar hoy. Los centrales anoche se cagaron a piñas en la concentración, andá a saber por qué. Al loco lo tenemos un poco nervioso, es normal, es la final y sabés como son los arqueros... además el representante es el hermano que lo acaban de encontrar con 100 kilos de cocaína y tiene miedo de quedar imputado también. Gordillo y Antonucci se escaparon anoche, no se si de putas o al casino o de joda. Esto tampoco lo sabía yo eh, me enteré una vez arrancado el partido. Méndez anda con quilombos en la casa, la mujer le prohibió ver a los hijos y esta noche se mudan a Chile con el nuevo marido. El Chino anda muy sacado en la cancha porque no arregló su contrato. Y los puntas, son pibes de 18 años, acordate que los titulares andan rotos y estos pibes no llegan a los cinco partidos."

- "Vos me estás jodiendo Alejandro, no!? Tan boludo te pensás que soy?"

- "Y mirá, si te estuviera mintiendo jamás me saldría un chamuyo tan bueno. Estos tipos tienen sus quilombos pero están acá. Nos conocemos hace 10 años, sabés que nunca te mentí".

- "Y se puede saber por que mierda nadie me aviso que estaba pasando todo esto? Soy el DT la putísima madre que los parió, que quieren, voltearme!?"

- "Justamente, porque a pesar de todo esto quieren jugar. Es una final, no se la quieren perder ni en pedo. Vos te perderías una final aunque tuvieras mil problemas?"

- "Y no...pero, muchachos, tenemos que cambiar la cara. Con el punto ya somos subcampeones y ascendemos. No seamos boludos, no seamos pajeros, con un gol para empatarlo ya estamos. No dependemos de nadie, vamos a ser héroes acá, piensen en todos esos problemas que tienen, en la gente que quieren, quiero que jueguen para cerrarle la boca a los que los critican, que jueguen para que sus compañeros sientan orgullo de ser sus compañeros. Su única familia son ustedes 11 que están adentro de la cancha, y los suplentes. Nadie más existe. Después del partido los problemas siguen, pero esto es la gloria, esto es el honor, no hay nada más allá de esto. Hay que jugar con el corazón en la mano pero con la cabeza también, si alguno no puede correr más o pide el cambio o corre hasta quedar inconsciente. Vamos a hacerlo por la gente! por sus familias! por nosotros! para que nadie se olvide que nos rompimos el orto por este ascenso, así que vamos a darlo vuelta eh!"

El vestuario rugió con la arenga del técnico con una cacofonía de onomatopeyas y aplausos acompañando el final del discurso, con la sangre tocada por las palabras del entrenador. Comenzaron a salir para disputar el segundo tiempo los mismos once que arrancaron.
 
Méndez y Silvino se quedaron charlando en voz baja entre ellos, alejados del resto:

- "Ahora, no entendí por qué los dirigentes quieren que perdamos para serrucharle el piso al gordo. No conviene ascender?", preguntó el primero.

- "Si a nosotros esos mafiosos nos amenazaron con arruinarnos la vida si no ibamos para atrás, seguro algún mafioso más grande que ellos les debe haber hecho lo mismo" contestó el volante paraguayo.

- "¿Pero Alejandro no es parte del cuerpo técnico? ¿ No lo van a echar también?"

- "Y...puede ser. O lo tienen amenazado también, o se convierte en el nuevo DT o ya no se fuma al gordo y no le importa que lo echen, la verdad que no sé"


El resultado no se modificó al terminar el partido. Fue uno a cero.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Otra perspectiva de la luz.

17 de diciembre de 2013. 22 horas y monedas.


Se cortó la luz por segunda vez en el día. Pero esta vez era serio, se trataba de un corte general. Intento dormir una siesta pero los vecinos están puteándose entre ellos, de edificio a edificio, como una especie de reunión de consorcio a cielo abierto.

Los insultos siempre contenían la palabra “Cristina” en las oraciones. Ejemplos: “Gracias a ustedes que votaron a Cristina estoy sin luz, hijos de puta” o “Cristina te va a traer la luz, ignorante” y así.

Después de abortados mis planes de dormir, a eso de las once de la noche, se empiezan a escuchar cacerolas, y movimientos en la calle. Mi hermano Lucas me dice para salir de su aburrimiento “Che, Scioli, vamos a andar en bici un rato por el barrio a romper las pelotas, o al menos a ver qué onda? . Desde que me quebré un par de dedos de mi mano izquierda, la útil, mi hermano decidió apodarme así. Lo que sí creo que no entendió que no iba a poder andar en bici junto a el.

Me calcé mi camiseta del Sao Caetano, la arremangué y salimos a patear.  Fuimos a comprar unas birras. El almacén de la vuelta de casa estaba cerrado, así que fuimos a otro que quedaba a cuatro cuadras. En el trayecto por Yerbal, paralela a las vías, pasamos por el único edificio que tenía las luces prendidas en cuadras a la redonda: el telo de la esquina de casa. Tenía las luces prendidas merced a un grupo electrógeno, que estaba funcionando a más no poder. Salía humo que llegaba hasta mitad de cuadra más o menos. Paréntesis: en google maps figura el telo del barrio y no la estación de tren de Floresta que está a dos cuadras. Supongo que el albergue tenía que mantener su reputación, por eso seguía funcionando pese a los imponderables de Edesur. De más está decir que el trayecto por las vías a oscuras era una experiencia encantadora. Floresta luz de luna.

Hablando de Edesur, al llegar a Carrasco y Rivadavia, vemos a un helicóptero suspendido en el aire en el mismo punto, señalando con sus reflectores la central de Edesur de Lacarra y Alberdi. Horas después nos enteraríamos que los vecinos prenderían fuego dicho edificio. Pero no fuimos hacía ahí. El kiosko del paraguayo quedaba para otro lado. Con su cara de pocos amigos de siempre, nos dio dos Quilmes y nos fuimos por donde vinimos. Al volver a pasar por el telo seguimos escuchando el motor funcionando, pero las luces ya no estaban encendidas. Nos afincamos en el paso a nivel de Yerbal y Gualeguaychú, abrimos las birras e intenté prenderme un pucho. Ahora que soy Scioli mis hábitos de tabaco cambiaron bastante en lo que a posturas se refiere.  Aprovechamos la ocasión para invitarlo a Eddie (@vendecubitos, háganse un favor y síganlo), amigo de toda la vida, y cohabitante de nuestro edificio a sumarse a la velada.

Corría la primer Quilmes, cuando comenzaron a volver las primeras luces. Del lado norte de las vías, sobre Venancio Flores. "Los chetos", como siempre les decimos, los que siempre tienen luz antes, espetábamos con todo nuestro resentimiento geográfico. La escena ya no estaba 100% a oscuras pero seguía siendo preciosa.

Desde las vías empezamos a ver movimientos raros. Los colectivos estaban doblando por alguna razón en Yerbal y comenzaba a congestionarse la calle a eso de la medianoche. Cuando de repente, un 92 se mandó un giro en U en plena Rivadavia, volviendo por donde venía, hacia el oeste. Resultó ser que en Rivadavia y Mercedes los vecinos habían decidido incendiar tachos, protestar y cortar la calle. Los colectivos que venían desde el oeste hacia el centro no tenían manera posible de desviarse, a raíz de las vicisitudes del barrio y la falta de giros posibles. Entonces comenzó el espectáculo: bondis yendo en reversa, "a lo moonwalk", mientras se demoraban sus buenos instantes en girar aparatosamente en U, otros que casi se tocan, otros que se mandaban a contramano por Gualeguaychú, uno que casi se traga una confitería intentando girar, autos particulares haciendo lo mismo...caos y movimientos inverosímiles por doquier.

A todo esto Yerbal ya presentaba embotellamientos. La razón? Los autos seguían intentando entrar al telo (mientas todo el tránsito de Rivadavia hacia el este había ido a parar a la callecita de una mano), que a raíz de la falta de nafta para el grupo, había decidido dejar de prestar servicio. Consecuencia? Autos esperando para intentar ingresar al establecimiento mientras unas 30 personas habían sido evacuadas al haberse considerado terminados sus turnos. Mientras tanto el edificio seguía echando humo. Las parejas expulsadas parecían contentas de todas formas, pues comenzaban a dispersarse tomadas de la mano (aunque en un momento pasó un número impar por la esquina donde estábamos, lo cual me pareció raro), otras por su parte intentaban salir en auto por el mismo lugar donde otros querían entrar... Otros más testarudos, por decirlo de algún modo, trataban de convencer al sereno que los dejara entrar: la falta de luz no los iba a detener en su objetivo. Quise sacarle una foto a los evacuados (después de todo, nunca vi tanta gente junta saliendo de un telo en mi vida) pero recordé que no había luz.

La escena nos parecía maravillosa. Se la relaté a una amiga por whatsapp, y le pregunto en un momento: ¿che, esto es fantástico de verdad? ¿o es una re boludez que me emociona mucho?.  Me dijo que efectivamente, era una re boludez  pero que estaba bien, era una forma de alimentar mis emociones.

Le expliqué que las vías de Yerbal y Gualeguaychú eran algo así como mi santuario. Ahí crecí, ahí tomé mis primeras birras, ahí siguen parando mis amigos de la primaria, ahí apostábamos sobre que autos que se mandaban por Yerbal iban o no iban a entrar al telo. Creo que ahí me di cuenta que cualquier cosa que pasara por Yerbal me iba a parecer maravillosa. De alguna forma siempre pasaba algo, por menos trascendente que pudiera ser. Y con eso alcanzaba para distraernos.

Dijeran lo que dijeran, a mi me iba a resultar increíble la secuencia del telo prestando servicio ante la emergencia energética, la evacuación masiva, el fuego en Rivadavia, los autos haciendo cualquiera...y nosotros viéndolo todo con un par de cervezas. Y todo a la vuelta de casa, después de medianoche, en ese barrio que no pasa nada, donde los almacenes todavía están abiertos.

Minutos después se hizo la luz en el lado de Yerbal, mientras que se cortó en Venancio Flores. Festejamos la victoria de los oprimidos ante los chetos. Si bien creo que ya nos habíamos encariñado con la penumbra. La noche seguía encantadora. La prueba inobjetable de ello era que el telo volvió a abrir sus puertas, para jolgorio de los nuevos ingresantes. Cuando llegamos a casa a eso de la una, vimos que aún seguíamos sin luz, por más que la calle ya estuviera iluminada.

Ya iba a volver, pensé.



(Yerbal y Gualeguaychú, foto de otra noche, el telo está del lado izquierdo, tapado por unos árboles)

jueves, 12 de diciembre de 2013

El ego de los sabios.

Nos enloquece la sabiduría:
nos vuelve mejores personas
mejores amantes,
mejores contempladores
Nos llenamos de sentido
y nuestros sentidos se llenan, se perfeccionan...
aunque fuésemos sordos
nuestro oído sería perfecto.
No sólo somos sabios,
también somos dextros,
somos precisos,
somos arrogantes.
Nos encantan las respuestas
Nos encanta el respeto
y el color del halo que creamos.
Pero no es por eso que somos sabios:
la sabiduría nos permite
observar el mundo
que quizás no podamos ver jamás.
Los sabios no suben a la montaña para ver el paisaje
y esperar una epifanía.
Sino que con el alcance de su mente
ya se ubican ahí para retratar la escena.
Y ver es más sincero que imaginar,
porque la sabiduría no es imaginar,
la sabiduría es estar.



martes, 10 de diciembre de 2013

Andar

Camina con la bicicleta herida
por el sendero de tierra.
Atrás quedó la odisea de ruidos,
el fuego y el azufre.
No necesita compañía ahora,
sólo hace falta seguir andando.
Escucha un par de ladridos
pero ignora de donde vienen.
Respira la inconfundible humedad de las hojas,
no sabe cuanto falta para llegar.
Camina cabizbajo pero orgulloso
de poder mirar de frente al sol naranja,
sin quemarse las retinas.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Volver.


Despertar con sangre
en el cuello y en los dientes,
es el mejor indicio
del retorno de mis prácticas.
Todo volvió a ser como antes.
Ya no hay que fingir los hábitos
para quedar bien con los otros.
No hay nada más feliz
que recuperar la esencia propia
y buscarse en los noticieros
que anuncian mi regreso triunfal.
Ante los padres que,
aún en estos tiempos donde nada está oculto,
alejan a sus hijos del televisor.
Porque no pueden explicarles
como alguien tan hermoso existe.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Serie Japorno

"hace haikus porno
te shenas e guita
ponelos en tu blog":

http://www.ascii-art.de  proveyó el arte de verdad (se que son malos, ya mejorarán)





Luna de otoño
la morsa está enterrada
Y todo acabó
                         ___---___
                      .--         --.
                    ./   ()      .-. \.
                   /   o    .   (   )  \
                  / .            '-'    \
                 | ()    .  O         .  |
                |                         |
                |    o           ()       |
                |       .--.          O   |
                 | .   |    |            |
                  \    `.__.'    o   .  /
                   \                   /
                    `\  o    ()      /' 
                      `--___   ___--'
                            ---

Con entusiasmo
cabeceó mi tortuga
tras las plantas. 


   .---.           _....._
   /  p  `\     .-""`:     :`"-.
   |__   - |  ,'     .     '    ',
    ._>    \ /:      :     ;      :,
     '-.    '\`.     .     :     '  \
        `.   | .'._.' '._.' '._.'.  |
          `;-\.   :     :     '   '/,__,
          .-'`'._ '     .     : _.'.__.'
         ((((-'/ `";--..:..--;"` \
             .'   /           \   \
            ((((-'           ((((-' 




Maullas ya que
tu durazno sagrado
siente mi mano
                  ,.
                  T."-._..---.._,-"/|
                  l|"-.  _.v._   (" |
                  [l /.'_ \; _~"-.`-t
                  Y " _(o} _{o)._ ^.|
                  j  T  ,-<v>-.  T  ]
                  \  l ( /-^-\ ) !  !
                   \. \.  "~"  ./  /c-..,__
                     ^r- .._ .- .-"  `- .  ~"--.
                      > \.                      \
                      ]   ^.                     \
                      3  .  ">            .       Y  
         ,.__.--._   _j   \ ~   .         ;       |
        (    ~"-._~"^._\   ^.    ^._      I     . l
         "-._ ___ ~"-,_7    .Z-._   7"   Y      ;  \        _
            /"   "~-(r r  _/_--._~-/    /      /,.--^-._   / Y
            "-._    '"~~~>-._~]>--^---./____,.^~        ^.^  !
                ~--._    '   Y---.                        \./
                     ~~--._  l_   )                        \
                           ~-._~~~---._,____..---           \
                               ~----"~       \
                                              \

El viento sopló
mientras vos me la soplabas
y se empapó  

(pier)
          __,---.__
       ,-'         `-.
     ,'               `.
    /                   \
   /         .           \
  ;           )           :
  |          ((           |
  |          ) \          |
  :         ( , )         ;
   \       _ `|'__       /
    \     ( """"_ )     /
     `.    )/(/( \|   ,'
       `- ()  )()|| -'
           | ()  ||
           |     ||
           |     ()
           |     |
           |     |
           |     |
           |     |
       ____|_____|____
      (________    ___)
         \___     _/
         (_____  __)
          \       /
           )__   (
          (____  _)
            |   |
            |   |
            |   |
            |   |
            |   |
            |   |
            |   |
          _/     \_
      .--'_________`--.


Detrás del monte
arrojó el neumático
tu madre a mi ser

                 /\
                                  //  \     _      /\
                      /\_        _//   \   / \/\ _/  \    /\
                    _/   \/\   _/ /     \_/   \_/     \__/ _\
                   /        `./   \_     \_    / //    /    \\
                  //          \_  / \      \  / _     /  /    \
                 //             |/         



Soñando con vos
se armó mi flauta de piel
en el verano 

   ___,,,,__________________Q_Q_Q_\_Q_________,_;_=====,___,
  ()____________)_____,_O_O_~_~_~====_PPPP____Q_Q__G__G____)
                      '~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~'




Por tu gran olla
pasaron los fideos
de un continente
 
    @@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@
  @@/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\@@
  @/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\/\@
   @\    /\    /\    /\    /\    /\    /\    /\    /\   @
   @ \  /  \  /  \  /  \  /  \  /  \  /  \  /  \  /  \  @
    @_\/____\/____\/____\/____\/____\/____\/____\/____\@
     @================================================@
      @ = = = = = = = = = =  /\  = = = = = = = = = = @
       @=================== //\\ ================== @
        @                  ///\\\                  @
         @                ////\\\\                @
          @               \\\\////               @
           @               \\\///               @
            @@              \\//              @@
              @@===========  \/ =============@@
                @@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@ 




La lluvia es blanca
pues el ganso de otoño
fue manoteado
                               ,-""   `.
                             ,'  _   e )`-._
                            /  ,' `-._<.===-'
                           /  /
                          /  ;
              _          /   ;
 (`._    _.-"" ""--..__,'    |
 <_  `-""                     \
  <`-                          :
   (__   <__.                  ;
     `-.   '-.__.      _.'    /
        \      `-.__,-'    _,'
         `._    ,    /__,-'
            ""._\__,'< <____
                 | |  `----.`.
                 | |        \ `.
                 ; |___      \-``
                 \   --<
                  `.`.<
                    `-'

Caía el sol.
Montaste mi palmera
bien que te gustó
   __ _.--..--._ _
     .-' _/   _/\_   \_'-.
    |__ /   _/\__/\_   \__|
       |___/\_\__/  \___|
              \__/
              \__/
               \__/
                \__/
             ____\__/___
       . - '             ' -.
      /                      \
~~~~~~~  ~~~~~ ~~~~~  ~~~ ~~~  ~~~~~


 
 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Centinela del Mar

El 27 de Octubre del año 2010 Joaquín se despertó cuando aún no había salido el sol. Hacía 4 meses que había conseguido un trabajo como profesor de música en Miramar, una vez que terminó sus estudios en Buenos Aires. Le gustaba la idea de vivir en la playa. Y sin nada que lo atase a la ciudad, se fue a enseñar a los niños sus primeras notas. En su calidad de maestro, le ofrecieron ganarse unos pesos trabajando un domingo para el Censo de Población, Hogares y Viviendas del país. La plata le venía bien, así que aceptó.

El día anterior al Censo le revelaron donde tendría que ir a completar sus cuestionarios: se trataba de la ciudad de Centinela del Mar. Nunca había escuchado hablar de ese lugar. Se ubicaba a varios kilómetros al sur de Miramar, por la ruta 11. Como aún no tenía auto, su superior en el operativo censal lo llevaría hasta el asentamiento. Así que sin saber mucho sobre el sitio, Joaquín a las 7 de la mañana estaba presente en la escuela donde daba clases, con una 4x4 esperándolo.

En el camino, par de mates mediante, su jefe le contó que Centinela del Mar era un pueblito que esencialmente, sólo existía durante la temporada de verano. Podía llegar hacia el a través de Necochea, o tomar el camino que hacían ellos: 35 km de ruta de tierra desde Mar del Sud. Eran unas quince o veinte casas, no más que eso. En el censo de 2001 tenía 16 habitantes, pero no tenía la menor idea del estado demográfico del lugar 9 años después.
Su jefe lo acercó hasta el fin del camino y convinieron que a la 1 de la tarde pasaría por este mismo lugar a buscarlo, porque en Centinela del Mar no había señal en los celulares.

Joaquín se bajó de la camioneta y contempló la escena: al parecer no sólo no había señal, sino que tampoco parecía haber luz eléctrica o agua potable entre los médanos. Ciertamente el lugar no parecía necesitarlo. Pudo distinguir algunas casas, una capilla, y un hotel que parecía abandonado. En realidad todo parecía abandonado. Ahí se dio cuenta que seguramente le iba a sobrar mucho tiempo hasta que cayera el mediodía.

En lugar de golpear puerta por puerta, consideró gritar para llamar la atención de los habitantes, si es que en efecto, existían todavía. Pero le parecio irrespetuoso actuar de esa manera, así que tocó las maderas del hotel, el edificio que tenía más cerca. No se sorprendió ante la falta de respuesta. Hizo lo mismo en el almacén, sin que el resultado fuera diferente.

Las primeras casas no daban ningún indicio de que alguien viviera en el pueblo. Sin embargo, comenzó a escuchar un ruido. Cómo si se tratara de un motor.  Siguió probando suerte en cada puerta, pero a esa altura ya había identificado de donde venía el sonido. Se trataba de la última casa: un vagón de tren en frente al mar que se utilizaba como vivienda.

Por respeto a la ausencia, comprobó que nadie más estuviera en las otras casas, dedicando dos minutos de espera a cada puerta golpeada. Pero ya tenía entre ceja y ceja el vagón. Le sonreía a cada oportunidad, como si se tratara de una chica a la que se quisiera seducir. Finalmente, se dirigió hacía allí. Para su sorpresa no sólo sonaba el motor -que seguramente alimentaba un grupo electrógeno- , sino que además distinguía el sonido de un piano.

No reconoció la pieza en el acto debido a la interferencia del motor, pero en su trayecto identificó sus síntomas: do sostenido menor, el lamento rítmico, el matiz...  Rió en silencio y pensó para sus adentros "uno de los hits de ahora". Se trataba de la Sonata Claro de Luna, de Beethoven. Ideal para tocar a las 9 de la mañana. Desde sus días en el conservatorio que no escuchaba ese adagio. Jamás imaginó que en un pueblo remoto de la Costa Atlántica repetiría la experiencia. Cuando se dispuso a tocar el timbre estaba concluyendo el primer movimiento, pero ruido del motor cada vez más intenso le impedía apreciar la ejecución. Efecto Doppler en acción.

Tocó la puerta, intrigado por quien pudiera estar del otro lado: ¿será un viejo? ¿será una mujer? ¿será una familia entera? ¿será una pareja de amantes que aprovechó la escapada?
Nadie respondió el llamado, para su sorpresa. Ya estaba experimentando una sensación amalgamada entre nervios, ansiedad, decepción y emoción mientras golpeaba por segunda vez. Seguía sin responder nadie.

¿Que debía hacer entonces? El grupo electrógeno estaba encendido, el piano estaba sonando, evidentemente alguien tenía que vivir allí. La electricidad y la música eran pruebas infalibles de la vida. Pero sin embargo nadie atendía, impidiendo el cumplimiento de la labor censal. Joaquín temió lo peor: ¿y si había alguien allí pero estaba herido y necesitaba su ayuda, o peor aún, muerto? Después de cinco segundos de duda, entró en razón: el sonido del piano era indefectiblemente artesanal. Si había alguien muerto ahí dentro mientras alguien más estaba tocando el piano, definitivamente no hubiese sido prudente irrumpir en la vivienda para ver una escena tan horrible. En ese momento el miedo empezó a dominar a la ansiedad y a los nervios. Antes de tocar la puerta por tercera vez, trató de encontrar algún hueco por donde espiar: las ventanas estaban cerradas y no había forma de ver que había dentro de la propiedad. Así que tocó por tercera vez la puerta, con menos convencimiento que antes. No hubo respuesta. La sonata ya estaba en su segundo movimiento, el minué.

Las olas empezaron a romper y a chocar contra la costa, para completar el recital de sonidos. No duró mucho la superposición: tanto el motor como el piano cesaron sus frecuencias. Sólo cantaba la mar embravecida.Joaquín insistió nuevamente con la puerta, sin éxito. Las olas eran las únicas que se hacían oír.

Tras diez minutos de espera, el joven se alejó con resignación. ¿Su oído le habrá jugado una mala pasada? ¿no había nadie tocando un piano? ¿se trataba de un reproductor de música que se detuvo cuando se cortó la electricidad?  Esa parecía ser la respuesta más lógica, aunque le avergonzaba concebirla. Después de todo, como profesor de música, no quería admitir que su oído pudiera no ser tan bueno como quería creer.

Tuvo tiempo para dar una serie de pasos cuando el mar se amansó, casi súbitamente. Volvió a mirar la casa por instinto. Comenzaron a sonar los arpegios del último movimiento, esta vez sin la cacofonía del motor. Ahí Joaquín finalmente se dio cuenta de algo: el pianista de turno era un muy buen ejecutante. Consideró tocar la puerta una vez más, pero se dio cuenta que no tenía sentido: el Centinela del Mar había hecho su trabajo yendo a calmar las olas. Ya había respondido el cuestionario sin que le hicieran ni una pregunta. Una vez que terminó la pieza, el piano no volvió a sonar. El mar tampoco.

Cuando finalmente la 4x4 pasó a buscar al censista, el jefe preguntó:
"¿Y? ¿Había alguien viviendo ahí?"
"Había una persona",
"¿Una sola persona? ¿y qué hacía?"
"Ehm...era el guardacostas"
"Ah, claro, el guardacostas...cierto". El jefe se mostró satisfecho con la mentira de Joaquín.


Según el Censo Nacional de Población, Vivienda y Hogares del año 2010, Centinela del Mar tiene un habitante estable.

martes, 19 de noviembre de 2013

Sagrario.

La sangre secó los caminos,
y el tiempo olvidó la sangre.
Por intención o por providencia
este lugar ya no es sagrado.
Verás que en los confines del mundo
no está tu recompensa.
Sólo resta germinar
hacia el lado oscuro del Sol
donde los vientos cortan
y el cielo muestra colores nuevos.

domingo, 10 de noviembre de 2013

La luna

Hay que reescribir los horóscopos
y nadie sabe que hacer
porque la luna ya no gira
como siempre lo hizo.

Después de curarnos a todos
finalmente se quebró
y fue a buscar por el cosmos
a quien pueda armarla de nuevo.

sábado, 9 de noviembre de 2013

el 57.

Como mencioné en el post anterior, luego de separarse de mi mamá, mi papá nos llevaba una vez cada quince días a Mercedes, la ciudad donde se crió y donde vive mi familia del lado paterno. Nunca me animé a preguntarle si vivimos en Yerbal y Mercedes por casualidad o había una intencionalidad de su parte a la hora de elegir domicilio en Capital. El había conseguido un trabajo en un consultorio, sólo los sábados, así que en lugar de pasar los fines de semana en Parque Chacabuco cómo hacíamos antes (su nueva base de operaciones se ubicaba ahí), nos trasladabamos con él a su nuevo destino. Después de salir del trabajo en el Hospital Penna nos pasaba a buscar a las 21 horas a mí y a mis dos hermanos viernes de por medio.

Nos subíamos al tren Sarmiento (la estación Floresta está a dos cuadras de casa) como podíamos, a los empujones. Prácticamente nunca viajabamos sentados y una hora después llegábamos hasta Moreno. En el trayecto nos acompañaba el bombardeo de luces del tren y las estaciones que según su ubicación, tenían más o menos vida. Llegábamos a Moreno y a esa hora ya no había trenes para Mercedes, ergo, nos debíamos tomar el 57 que paraba a una cuadra de la plaza central. Si hacía calor, tomábamos algo en la estación. Me copaba mucho eso de ser varoncito y estar en la estación de noche. Ni hablar de subirme al 57, con las luces apagadas, corriendo la cortina para mirar por la ventana el paisaje. Mientras duraba la señal, trataba de enganchar un partido en la radio. Me acuerdo de un Talleres- Independiente que salió 1 a 1 muy nítidamente. Cuando se cortaba definitivamente la señal, era hora de acudir al Walkman. Al principio tenía un problema y pasaba las canciones más lentas de lo que debía, por lo cual temas como Another One Bites the Dust parecían baladas casi. Tiempo después quise arreglarlo, pero se generó el efecto contrario: por ejemplo, King of Pain de The Police se había convertido en una pieza punk cantada por la voz de una ardilla.


Como mencioné, la falta de luz del colectivo hacía imposible leer sin que los ojos sufrieran un poquito. Aun así lo intentaba: me acuerdo de la trilogía "Alexandros" que mi viejo había consumido a velocidad asombrosa y cuando los terminó, fue mi turno de hacerlo.   Había tres grandes paradas en nuestro viaje: General Rodríguez, que mucho no se veía porque el 57 no se adentraba mucho en la ciudad. Luján, que se veía preciosa en su recorrido, y me hubiera gustado más de una vez bajarme ahí para explorarla por la noche. Y Mercedes, por supuesto.


"Llegamos a la Ciudad Luz" decía en broma, cuando nos acercábamos a destino. A decir verdad, era un lindo espectáculo. Luego de recorrer la ciudad (el colectivo primero surca por la avenida 17 y luego por la avenida principal, la 29) y bajarnos en 29 y 24. O sea, a dos cuadras de la casa de mis abuelos, donde nos alojaríamos. Llegábamos a medianoche, y en el camino un restaurant de tenedor libre nos esperaba abierto todos los viernes que íbamos. Todo ese trayecto es lo más lindo que recuerdo de esa época. Me sentía el príncipe de la ruta 5 y mi espíritu aventurero se maravillaba una y otra vez por el viaje de cien kilómetros.


En un 9 de noviembre, mi papá falleció hace doce años. Esa noche llovió a cántaros.

martes, 5 de noviembre de 2013

e4 d6

La primera vez que le gané a la computadora tenía once años, casi doce. Era un programa de ajedrez arcaico, a veces podía tardar hasta un minuto en su turno mientras un montón de estadísticas aparecían en la parte derecha de la pantalla. Justo abajo asomaba una leyenda que decía "thinking..." mientras evaluaba su próximo movimiento. Incluso se tomaba su tiempo en las aperturas, movimientos que son casi mecánicos, donde la creatividad se ve reducida al mínimo. No recuerdo su nombre, pero lo recuerdo con mucho cariño y talento. Sospecho que estaba programado en turbopascal o algo similar, siempre accedía desde el DOS porque no tenía compatibilidad con Windows. 

Aprendí a jugar al ajedrez a los seis años. Se dieron cuenta que tenía cierta aptitud y me metieron en un taller de ajedrez en la escuela. Estaba a cargo Maximiliano Ginzburg (hoy Maestro Internacional), parte del equipo olímpico juvenil argentino. Aprendí lo básico y lo intermedio con él, mis primeros problemas analíticos para resolver, los famosos "mate en 3". No tardé en ser uno de los mejores de la escuela, pero sobre todo porque no eramos muchos.

Empecé a competir a los 9 años, en el torneo anual escolar que le tocaba realizar a mi escuela. Ahí me dí cuenta del talento de un montón de chicos y su formación: participaban en clubes, sobre todo venían chicos que estaban en Ferro y en Vélez, alguno que otro de Torre Blanca. Tenían todo un kilometraje y práctica que yo no tenía.

No tuve un mal resultado, me alcanzó para sacar una medalla, pero sabía que me faltaba y mucho. Pensé que quizás solamente con más ritmo me iba a alcanzar para tener desempeños mejores.  Los sábados que podía, me llevaba mi papá a diferentes lugares de capital, desde Lugano hasta Once. También venía mi hermano, que tenía performances no tan diferentes a las mías en su categoría, pero él no tenía un interés decidido por el juego.

Me hice muchos amigos ahí mientras jugábamos a ser niños, pero siempre nos tratabamos por el apellido, porque así nos presentaban en el anuncio de cada ronda. También había una chica, una de las mejores del circuito sin lugar a dudas, que rompía todos los corazones y tableros. Creo que también nos gustaba pero nos avergonzaba a la vez, por los gajes de la edad, que jugara tan bien en un ambiente tan machista como el ajedrez. Jugaba en Ferro y si no me equivoco da clases ahí. Me acuerdo su nombre incluso, Cecilia Saffioti.

Mi noción del juego seguía siendo sumamente intuitiva y muy poco pulida. Pero seguía alcanzando para sacar menciones y medallas. Eso si, nunca llegaba al podio podio. Siempre estaba cerca, pero me quedaba corto en el último match. Me acuerdo de un partido increíble que me tocó jugar en quinto grado contra quien venía de ser el campeón argentino sub 12, Sebastián García. Por las presiones del juego y sus padres que lo sacaban a pasear por todo el país el muchacho todavía seguía en quinto grado. De no creer. O al menos eso fue lo que me habían dicho para explicarme por que justo yo me lo estaba encontrando en una última ronda cara a cara. Recuerdo el partido como algo épico, ya todas las mesas habían terminado hacia rato. Nos habían puesto el reloj para que el tiempo resolviera por nosotros. Ya el llegar hasta esa instancia era un premio para mí. Todos nos estaban mirando para ver quien se quedaba con el segundo puesto del abierto. Y la cagué.  Cuando me di cuenta le estreché la mano en señal que no tenía sentido continuar la posición y le concedía el punto y el premio. Pero aún así no me fui amargado ni fastidioso, pese a mi espíritu hipercompetitivo: había jugado el mejor partido de mi vida, contra el oponente más brillante que me había podido tocar, lo había perdido y aún así estaba contento.

A los doce años gané mi único título del circuito escolar, mientras los verdaderamente destacados de la categoría se disputaban el Torneo Argentino de la categoría en Misiones. Si bien me alegró la victoría, yo ya sabía que ya estaba muy lejos de su nivel. Cada tanto compraba algún libro de ajedrez pero no alcanzaba: me faltaba la práctica, el método y quizás el talento también para codearme con los mejores con cierta constancia. Me limité a preguntarme que hubiera pasado si yo también hubiera formado parte de un club como varios de ellos, pero la realidad es que tenía otros intereses que no quería ceder a esa edad: había empezado a jugar en un club de papi fútbol y además de los partidos de los sábados y domingos entrenaba doble turno durante la semana. Además, mis papás ya se habían separado y cada quince días él había conseguido un trabajo en su ciudad, Mercedes, el cual lo hacía irse todos los sábados a atender un consultorio allí. Por lo cual semana por medio, que era lo que correspondía según lo pactado por mis padres, lo seguíamos junto a mis hermanos. Ergo, no estaba en Capital para seguir jugando y ya concurría a cada vez menos torneos, como en el que me tocó triunfar entrado mi cuarto año en el circuito.

Sólo le gané tres veces a la computadora. Las tres veces con negras y usando la Defensa Pirc, una línea que evidentemente el sistema no tenía muy presente. Quizás otro día les cuente mi gusto por el hipermodernismo y el estilo indirecto a la hora de jugar al ajedrez, en lugar de aperturas y defensas de tradición más ortodoxa. A partir de ese entonces d6 se convirtió en mi respuesta favorita para e4.

lunes, 28 de octubre de 2013

domingo, 27 de octubre de 2013

El tigre (Corea)

Me llevó décadas aflojar
un barrote de mi celda
Merced a infinitos choques
en que mi lomo se llenó de sangre
y se fundió mi esperanza
con mis garras a la miseria.
Cuando el nicho al fin cedió
rugí mi nombre
y se hizo eco en todo el mundo
en el momento en que me atraparon.
Años después volví a huir
pero me callaron antes
de temerme otra vez.


sábado, 26 de octubre de 2013

Psiquis (Chile)

Cuando era más joven
llegué muy lejos.
Nadie se acuerda de eso
porque se burlaban de mi tierra.
Luego respetaron mi locura,
pero ahora que estoy cuerdo
¿qué pensarán de mí?

Patinar.



Cuando tenía 10 años me pasaba los domingos mirando las películas de Snoopy y Charlie Brown. Este último fue uno de mis primeros héroes. Me acuerdo que me fascinaba un vals medio jazzero que sonaba cuando se iban a patinar sobre hielo en una de las películas. Tardé otros diez años en encontrar la canción. Y diez años atrás de ese momento era todo desastrosamente perfecto. 

viernes, 25 de octubre de 2013

Espada (Japón)

Hace tiempo ya
que el ave cantó por primera vez.
Luego aprendí a usar la espada
para penetrar la carne
de mis enemigos.
Sin embargo el sadismo
no es mi objetivo.
Matar no es mi deseo.
Ahora quiero hacer reales
las ficciones de mi tierra
donde siempre se habla de las olas.

jueves, 24 de octubre de 2013

Éxodo (Australia)

Pasaron cosas increíbles:
me desplazaron de casa
para que yo pudiera llegar.
Rompieron las reglas
ante mis ojos
para echarme.
Y ahora nadie sabe que hacer
cuando vuelva.
Yo tampoco.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Estrella Negra (Ghana)


Con la estrella negra de mi pecho
como arma y escudo
demando venganza
contra las trampas.
Pero también contra mis errores.
Si la historia quedó trunca
habrá que reescribirla.

martes, 22 de octubre de 2013

Protección (España)

Tatué mis decepciones
y las convertí en amor
para llegar a vos.
Todos ellos te codician
ya proyectan los besos que te darán.
Aquí todos repudian mí heroísmo
para evitarlo,
mientras se incendian los pies
por el calor del sol
Tatuaré entonces mis alegrías
para hacerlas crecer
y así cuidarte.  

lunes, 21 de octubre de 2013

Sarmiento

Viajes en el Sarmiento

La mitad de la estación seguía cubierta. Lonas negras cumpliendo función de velo y rejas bañadas en inscripciones del estilo "yuta puta" cubrían la escena del accidente.
Me subí al tren del andén 4, que salió puntualisimo a las 14:23.

De pie, recostado sobre la pared, leía "Nueve historias" de Salinger. Estaba leyendo el segundo, "El tío Wiggily en Connecticut", y en un momento mi sonrisa se hizo indisimulable, al llegar al pasaje en que uno de los personaes hace una reivindicación de reír como forma de enamorar. Cerré el libro y me alisté para bajar porque era hora.

Tres cuadras antes de llegar a destino una persona de unos 60 años, gorro blanco y sucio, como el resto de su rostro, preguntó, acusó y afirmó. sin que yo pudiera ver sus dientes : "Es un boludo, no? El que chocó el sábado...que boludo por favor!"  No pude contestarle ni si ni no. Tampoco me puse a pensar que de no haber pedido ese cambio de horario, hubiera volado junto a ese primer vagón, lugar donde siempre viajo a la ida de mañoso e impaciente que soy. De todas formas, salió volando y no se transformó en un acordeón. Y yo exagero como siempre.

domingo, 20 de octubre de 2013

Soyuz

Estoy por encima de la autopista
Es apenas un quinto piso, pero se siente el Everest
Aún así es lejos de todo.
Me tienta lanzarme al vacío
y vivir el velo negro
mientras me incendio.
Pero se acerca la tormenta
y no quiero mojarme.

sábado, 19 de octubre de 2013

Por la razón (Argentina) o la fuerza (Alemania).

Por la razón (Argentina)

Al parecer mi silencio
nunca va a llevar a buen puerto.
Necesito que me sueñes triunfante
mientras aprendo a hablar
entre la selva y la sangre,
entre el cemento y la luz.
Sin el miedo
que seguramente yo tenga en mi cara,
mientras se derrumban imperios
con las fotografías de mis pasos
y que el gesto de mis dedos
se vuelva inmortal.
Que el sol me ilumine
de manera diferente
porque creas que puedo. 


Por la fuerza (Alemania)

A ver como me quedan las alas
a ver como me quedan los símbolos en la piel
Mi número regente se agranda,
entre la furia, los gritos y las frustraciones
por no cumplir el futuro
que mis ancestros me habían pedido.
Querían que les diera una estrella
y que la leyenda fuese sobre mí
y no sobre ellos.
No pude.
Quizás nunca pueda.
Quizás mi leyenda se trate
sobre mi incapacidad de llegar
al lugar que otros cruzaron.
Pero todavía me queda viento
para un último huracán
y que nadie se olvide de mi espíritu.


viernes, 18 de octubre de 2013

La ciudad.

Hoy quiero escribir pretencioso. 


Esperan el cambio de luces
los camiones en fila para seguir su ruta.
No pasan aviones por esta zona,
la luna se ve igual
que en el resto de las ciudades.
Acá nunca se cultivó el amor
pero nadie decide morir
pues tampoco es lugar para eso:
morirse es hacer ruido
y aquí siempre hay silencio.
De día todos desvanecen
si tan sólo los ladrones
recordaran su desaparición
les robarían más seguido.
Es fácil olvidar un sitio
que nunca pudiste imaginar.
Si los secretos mejor escondidos
son los que nos enorgullecen.
De noche nadie percibe
los árboles que acompañan a las calles
y la poesía existe en el habla
pero nadie la distingue como tal.
Los camiones siguen en fila.
El gris le sienta perfecto al camino
y no hace falta decir más por ahora. 

domingo, 13 de octubre de 2013

Teatro.


Mis sueños son muy teatrales.
Me divierte mucho lo que ocurre
incluso cuando no haya vida posible
después de la obra.
En esa narrativa
nunca dejo de ser quien soy.
Por eso me resulta díficil
no pensar que despierto
también todo es actuado.
Le dedico mucho tiempo a mis sueños
pero son todos inconclusos
por la urgencia de despertarme.
Y aún despierto,
todos los días sigo imaginando situaciones:
me fascinan las ucronías.
Cambian los talentos, los personajes,
los verbos y las especies,
la forma en que vuelan los objetos,
Nunca son iguales
los mundos que se muestran.
Tampoco sus colores ni sus mapas.
Siempre hacemos cosas geniales.
Tengo ganas de soñar
para saber a donde te voy a llevar
esta vez.

sábado, 12 de octubre de 2013

Reacción.


Recorro los cuatro bordes del mantel
siguiendo el rastro del vino caído
Pero me desentiendo de todo
y escapo al único lugar
donde no tengo que explicar
mi comportamiento.
Enciendo un cigarrillo en el balcón:
el sabor de los taninos
se mezcla bien con las pitadas
El gato del vecino me mira fijo.
Hace ocho minutos
no aparta su vista de mí.
Llamativo para un animal
que se jacta de su independencia.
Reviso la mesa para comprobar
si el vino ya se fundió
con la madera sin barnizar.
Viendo si la reacción se despierta
sin catalizadores.

jueves, 10 de octubre de 2013

Tres minutos.

En un estado
de pronación permanente,
simulo tornillos con las manos
sobre la bolsa de un material 
del que en verdad ignoro
su composición.
Mis puños se entienden mejor
con el correr de los segundos.
En el blanco pretenden que vea
una cabeza y un cuerpo,
ensayo coreografías
de izquierda y derecha
entre 0 y 45 grados.
En la amalgama de ciencia y arte
descargo las respuestas que
no quiero preguntar
y se hacen un festín en mi cabeza.
Cubriendo mi rostro con las manos
para simular que me defiendo,
en señal de respeto a la víctima
de mi concentración.
Tratando de ser cuidadoso
con mi adrenalina,
pensando que es salud
y no terapia.
En las antípodas
de la apatía:
no hay tiempo para eso,
tengo sólo tres minutos.
Quedándome la idea
de que algo aprendí con la repetición.
Incendiando todo porque me hace falta.
Suena la campana
y es hora de sacarme las vendas.
Las respuestas no se van a ningun lado.
La bolsa tampoco.
Después voy a jugar haciendo sombra.
Aunque no cambie el resultado,
hace que mi temple seria
se vea un poco mejor.  

miércoles, 9 de octubre de 2013

La estrella rodante.

Me gusta separar las migas
comerlas sin el resto del pan
Me duele la luz del sol
Me tropiezo con todas las estrellas
si es necesario.
Así se construye la luna
dicen algunos
Volviendo a edificar los cimientos
del cosmos
que se cayó por accidente
Con la estrella solitaria rodante
como ladera y escudo.
Todo lo que recojo sirve.
Mil disculpas
si luego les falta algo.
Pasaré con menos astros.
Recrearé constelaciones
de manera diferente
a como las recordaban.
Pero voy.





martes, 8 de octubre de 2013

Grafittis.


Juntando las porciones
de graffitis en el piso
para que no los tomen los halcones.
Unos últimos vestigios de colores
y aromas para llevar.
El frío anuncia la hora
y el rechinar de las persianas
como si se tratara de nuestro último día.
Y sí así fuera
¿Por qué no salimos a la calle
antes de que mute la piel?

lunes, 7 de octubre de 2013

Serie izquierda

Sé que hay cosas que no puedo hacer:
no me pidas que juegue de 5
que pierda a propósito
y entre otras cosas
que no me abrigue
con más de 20 grados.


 ------

Veo las cosas con el chip de una cámara
me gusta actuar las caras,
coreografío en la calle.
No soy de la escuela
de Sessue Hayakawa
su arte de la nada
y el laissez faire facial.

-----
Si me toco el dedo roto
sufren las falanges.
Tan obvio
como la duda en los ojos.
El mate lavado
El robo sin mano armada
La taxidermia en las plantas
Que simples somos más lindos
Que algún sentido funciona menos
Que los magos del balón están en Harlem. 
Que estornudamos con la primavera.

viernes, 4 de octubre de 2013

monomano.



escribir con una mano
contra toda la practicidad
de los diez dedos
es un acto de valentía.
la modernidad nos enseñó
otra forma de manipular la tinta
Y además, nuevas formas
sobre nuevas formas.
Cruzando el rubicón
para revolucionar lo imaginario
o curar un dedo roto.

jueves, 3 de octubre de 2013

Asia Menor

Surfeando entre las plantas
se abren las puertas de Asia Menor
Los mapas se vuelven obsoletos
a partir de este mundo.
Hay un tren que sigue su curso.
Aquí la tierra es plana,
por lo cual en algún momento
caerá al vacío.
No es momento para quemarse
con agua tibia.
Las cabras se tragan el suelo.
Tu vestido comienza a pintarse
por el batik del sol.
Mi ropas de estaño
comienzan a hacer lo mismo.
Agujas de esmalte negro 
brotan del agua en un presagio.
La inundación se acerca
y nadie se altera.
Ya sabemos que aquí
los pájaros vuelan en otro sentido.
En un reino de trajes azules
todos admiran tus nuevos colores:
la aurificación te sienta bien.
Y nos dirigimos a la cima del mundo
donde la madera y el metal se funden
para tener el planeta en nuestros ojos.
Después de la panóramica
podríamos mirar la televisión
toda una vida
pero sin encenderla nunca
Los sueños duran meses
en un lugar que creímos
que jamás existió.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Corneria

En Corneria siempre es de día.
La vida es más intensa.
La piel se despega del cuerpo.
Todo se ve entre polígonos de dos dimensiones y media,
o quizás en tres.
Thanatos hace olvidar a  Eros.
Los cardiólogos serían reyes
si tan sólo existieran
En Corneria nadie tiene el coraje
para hacer una rima consonante
ni para dormir una siesta.
Apenas se habla con onomatopeyas.
Los zorros son reyes
y los sapos objetos de burla
donde las naves explotan
sin sangre.
La adrenalina es música.
Las pasturas son perfectas.
Las nubes nunca se mueven.
En Corneria no hay humanos
y todos se olvidan del suelo.

martes, 1 de octubre de 2013

Electromagnetismo animal



Se desfigura el cielo del norte
sin premeditar
La luz se descompone
por una física inexplicable.
El electromagnetismo es animal:
maravilla siempre a las cámaras,
obsesiona a los hombres de ciencia
y es una joya a los sentidos.
Fundamental es el frío:
aporta la tristeza
que precisa el momento
para embellecerse.
Las personas no se animan
a peregrinar para ver la escena.
Quizás también sospechan
que se halla en más de un sitio.
En el camino de la luna a la tierra
o entre los puntos ordinales.
En las pupilas correctas
también se nubla el color de la luz.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Experiencia

Nos gusta narrar
lo que vivimos
Por eso no sé escribir sobre cocaína
sobre mis hijos o mis sobrinos
mis viajes en el espacio
o las barbies que nunca tuve.
Sí sobre cenas quemadas
los parientes vestidos de papá noel
lo que me costó aprender a nadar
y a andar en bicicleta

los libros leídos a medianoche
los goles que me hicieron
las veces que me vestí mal
los gestos lindos que hice
los que tengo ganas de hacer
las sonrisas que saqué
tras hacer esos gestos lindos
los dientes que me rompí
las banderas de los países
los fichines que di vuelta
la gente con cara de tomate
las veces que quebré
y me recuperé al día siguiente.

(Párrafo aparte para mi papá, que en una navidad cuando yo era muy chiquito y cenamos afuera se olvidó la llave de casa. Ergo se subió a una cornisa en el tercer piso desde el departamento de mi vecina para llegar a nuestra ventana, abrir la puerta a las 3 de la mañana y ver que los regalos estaban en el árbol cuando entré. Después de eso era imposible convencerme que Papá Noel no existía)

martes, 24 de septiembre de 2013

Saltos


Estamos levantando un edificio enorme
Y no tengo la menor idea para que.
Quizás para que nuestros egos
hagan saltos ornamentales
y ejerciten su estética hacia el splat.

Horario de protección al mayor


Limar el buje

Lustrar el sable

Felar la nutria

Barnizar la trucha

Salpicar la tararira

Revisar el aceite

Cabecear la tortuga

Comprobar el rosquete

Hacer pica pica y bajada de cordón

Pelar el trozo

Enterrar la morsa

Saludar al amigo

Revolver la cachufla

Volcar el tarro

Calibrar la bujía

Tirar la piola

Bombear la manguera

Revivir el muerto

Plantar la bandera

Quemar el cartucho

Jugar al indio (y el misionero)

Morder el bizcocho

Sopapear la papirola

Entregar el paquete

Plantarte el árbol

Hacerte el hijo

Escribirte el libro

Donarte el órgano.

(Y marcarte el camino como un Hot Wheels).

domingo, 22 de septiembre de 2013

Árborofilia/fobia




Quiero escribir sobre plantas
pero no tengo mucha idea
ni de cedros ni cipreses.
Si viera uno por la calle
no sabría distinguirlo.
Diría que es un árbol
Y, según la época del año,
diría que está desnudo o vestido.
Que se acerca a su esplendor
o que está quedando calvo.
Que le gusta estar callado
o hacer ruido cuando hay viento.
Que permanece estoico y paciente
-eppur si muove.
¿Algún día despertaré
y se acercará un árbol a mi casa?
¿Me llevará al almacén?
O quizás a la cancha, así no pagamos entrada
y contemplamos la acción subido a él.
¿Algún día lo veré comer?
Digiriendo a escondidas
los males del hombre.
¿Algún día lo veré matar?
Incrustar sus raíces
en cuerpos subterráneos
Mientras tanto
me quedo con la idea
de que el árbol es lindo y ya.