sábado, 27 de julio de 2013

Anorexia

Golpear los dedos con la mesa
se convirtió en lo divertido.
Así como leer a personas
que se nota que no atrapan.
También contar las colillas
del cementerio erigido (por uno mismo).
Hacer miradas perdidas
ungidas de abstracciones vacías.
El imaginar charlas ajenas
o incluso el registrarlas.

Tratar de entender
por que las cosas
que siempre fueron lindas
ya no lo eran.
La anorexia social
¿también es una enfermedad?
Si lo fuera no se curaría hablando
ni tampoco con las clemencias del tiempo.

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