martes, 16 de julio de 2013

El mal gusto.

Aparentemente está mal
Que los paragolpes se besen
Y fundan sus cuerpos en plástico
En el vuelo entre las avenidas.

Así como lleva suspicacias
que la lluvia abrace los cuerpos
si no hay contacto más fraterno
al estar también hechos de agua.

Mismo juicio corresponde
a usar las leguas, los Kelvin,
o los Milímetros de mercurio
entre otras lenguas muertas.

Tampoco es correcto
pasar Navidad o Año Nuevo a solas
pero durante el resto de los días
es perfectamente aceptable.

Y tampoco es cortesía
en los mundos del ajedrez
el ascenso social del peón
pues coronarlo es humillar al rival.

Está mal ver ciertas cosas.
Escuchar tantas otras
e incluso comerlas o tocarlas.
El olfato es un juez más noble.

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